jueves, 16 de julio de 2015

Al Andalus Ultimate Trail 2015




Postureo finish
No hay mayor placer en la vida, que el de vivir los sueños que uno sueña.
Nunca dejes de soñar.

Llego a Málaga el sábado 4 por la tarde. Tras unas llamadas entre Michelle (organización) y yo, aparece por allí Steve (voluntario y corredor a la vez) para recogerme. Camino al aeropuerto, hablamos de todo un poco, de su actual vida en Alhama desde hace 6 meses, de su dificultad con el español, de mis miedos con la carrera y hasta de mi edad (ni 35 años me hacía el tío!!...problemas de vista, digo yo).
Llegar al aeropuerto y que de entre los que tenía que recoger junto a mí, fuesen precisamente 3 de mis amigos de Namibia (David, Coby y Hans), fue un alegrón de esos que ya te ponen el alma en modo felicidad infinita. Esos abrazos de cariño tan sentidos tras un año sin vernos, como amigos de toda la vida que se reencuentran, son momentos inexplicables. Convivir con personas durante 5 días y sentir que son parte tuya para siempre, es algo que yo creo que solo puede pasar en una ultra por etapas.
Coby, la menda y Hans (happy!!)
 
Es muy grande lo que se llega a sentir cuando compartes sufrimiento, solidaridad y amistad. Una ultra por etapas, es algo mucho más grande que una carrera.

Llegar tarde, cenar riéndonos ya lo indecible (con Hans no te queda otra, creo que dos palabras seguidas serias no ha dicho en su vida) e irnos a dormir, fue casi cuestión de minutos.

El domingo 5, día de concentración, recogida de dorsales y relajación pre-carrera, donde no cesó el buen rollo, las risas, los paseos por Loja y los refrescantes baños en la piscina del pueblo.
De paseíto por Loja con mis amigos de Namibia (♥)
 
Con Coby a la fresca

Qué maravilla volver a abrazar a mis dulces amigas sudafricanas Tracey y Allison y conocer junto a ellas a los encantadores Ian (hermano de Allison) y Megan!!
Pasamos el día juntos (el grupo de Namibia) disfrutando, pero también acojonándonos a pasos agigantados de ver el calorazo tan brutal que hacía. Y por si sentirlo no fuese ya suficiente, nuestros amigos David y Hans se fueron por la montaña a realizar el último entrenamiento (ya son ganas!) y verles volver tipo tomate incendiao, con los geles derretidos y las camels vacías tras tan solo sus primeros 3kms, pues como que mucho no ayudó a calmar los nervios.

De zampón en la piscina (con 43º a la sombra)
Con la tarde llegó el briefing de la organización, donde nos explicaron al detalle toda la información necesaria para poder empezar sin problemas al día siguiente, así como presentaron al grupo médico y fisios.
Briefing con Eric explicando el percal
Al acabar vino Eric (organizador) a preguntarme si había conocido ya a Mauri (único español participante aparte de mi). Le digo que no, que no sé quién es, pero que intentaré hacer por conocerle (sobre todo al saber que no tenía ni idea de inglés y que igual le podía venir bien mi ayuda).

Pronto la cena y a dormir, a disfrutar todo lo posible de nuestra última noche en una cama.

 1ª etapa. Loja-Alhama de Granada. 39 kms y 1400m +

Foto de grupo (Gary Gray)

Saludando a cámara (Gary Gray)
Al bajar a recepción y ver ya por allí a todos los corredores, la boca se me pone a un nivel de sequedad, que ríete tú de las pasas… Lo comento con Tracey…ella está igual. Los nervios no tienen miramiento con nada.

Voy en busca de agua y alegría mayúscula cuando de repente una chica me saluda con un “hola” en español…¡¡¡increíble!!!...¡¡¡por fin!!!...¡¡¡alguien español en España!!!. Era Charo, la quiromasajista de la organización. Primer momento de muchos vividos posteriormente con ella. Gran animadora donde las haya!

Poco después, llega el momento, ese de las fotos de grupo al completo, el de las risas nerviosas, abrazos de buenos deseos, besos casi de despedida…hasta que a las 9.45 se inicia la cuenta atrás y el pistoletazo de salida (tempranito, no nos fuera a achicharrar el sol…ironía en modo ON). El nivel de adrenalina en ese momento, podía medirse por kilómetros. 

Recordar esos primeros 10kms con 1000m de desnivel es casi una pesadilla. Empezar así la 1ª etapa de una carrera de 5 días, es cuanto menos, agotador…física y psicológicamente. Vamos, resumiendo, que me quería morir y fui acordándome de todos los familiares y antepasados de Eric, mientras iba cuesta arriba. 


Llevaba grabados a fuego en mi memoria los tiempos de corte de cada avituallamiento y os juro…que el primer día dudé muy mucho de poder conseguir llegar al final sin que me descalificaran por subir en plan caracol cojo. Ni tiempo de fotos y vídeos tuve casi…¡¡vaya prisas!!...con lo relajada de la vida que yo soy!!...      
Casi llegando al final de la gran subida (Gary Gray)

Tras la cima, la bajada…más animada ya al poder volver a correr con un poco más de garbo. El calor ya iba siendo abrasador y los tramos de un avituallamiento a otro iban convirtiéndose en algo así como la historia interminable. Yendo por esa zona empieza a venirme a la cabeza la canción “highway to hell” y me doy cuenta de que tras dos días sin hablar una puñetera palabra en español (excepto el saludo a Charo), estoy hasta pensando en inglés mientras corro. ¡¡Menos mal que la carrera no era en China!!

De repente, empiezo a notar un frío que me recorre toda la espalda. No entiendo de donde viene (¿estaré ya delirando?...pienso), pero me toco y veo que no, que me chorrea ya agua también por el culo y las piernas. Caguentoloquesemenea!!...que estoy tirando todo el agua al suelo!!...

Lo más rápido que puedo me descuelgo la mochila, saco la camel y veo que el pitorro por el que bebes que va unido a ella, se ha desenganchado y ahí está saliéndose el agua tipo fuente.

Me agobio, pienso en el calorazo que casca y en que me he quedado sin agua, que voy más sola que la “one”, que miro a lo lejos y no veo más que montañas desérticas sin ni una puta sombra…y no sé si reír, llorar o sentarme en el suelo a que pase alguien de la organización y me lleve.

Al final no opto por ninguna de esas opciones. Me resigno y sigo. Desenchufo el cable de los pensamientos, pongo el piloto automático (anda que no ha hecho kms éste!!) y voy pa’lante tipo caballo con orejeras (bueno…caballo precisamente no era el animal que mejor interpretaba yo en ese momento).

Cuando finalmente veo el siguiente avituallamiento, se me abre el cielo, sale la luz esa que lo ilumina todo y parece que veo hasta la imagen típica de las estampitas de Dios con el corazón entre las manos (o al Carlos Jesús, con el ojo en la frente y la túnica violeta, uno de los dos, no sé). ¡Qué alegrón!!...

Allí están Paula y Angie (dos corredoras muy majas) paradas, porque a Angie le ha pegado una pájara de tres pares. Cuando ya se recupera, nos vamos juntas. Seguimos así muchos kms hasta los últimos 5 en los que aparece Joe a nuestro encuentro. Van andando y el calor es irrespirable. Yo tengo unas ganas de llegar que me muero, así que sabiéndome muy mal (para variar, iba con la vena competitiva en off), les digo que voy a intentar correr lo que queda hasta el final porque si no se me hará demasiado largo.
Angie, Paula y yo recuperando fuerzas
Corro y voy pensando que tras cada curva de montaña, veré Alhama a lo lejos…¡¡y un huevo!!...Llego a dudar hasta de su existencia…y eso que no era Teruel!. No aparece pueblo alguno por ningún lado. Los últimos 2kms se convierten en la eternidad multiplicada por 2.

Agua pa hacer un buen caldo
Por fin veo un letrero en el que pone piscina municipal (que es donde acabábamos). Placer brutal el pasar por meta con todos allí aplaudiéndome. Mayor placer todavía el que te ayuden a quitarte mochila, zapas, que te pongan un barreño con agua para los pies, una toalla fría por la cabeza, que te traigan una cocacola helada, que te abracen y te mimen. Ese día fue el médico, Meese, pero vamos, que así fue cada día en cada avituallamiento con cada uno de los voluntarios. Un trato exquisito al corredor. Un trato realmente de 10.
Post-etapa 1

Voy a la piscina, en busca de mis amigos de Namibia. Junto a ellos está sentado Mauri. Yo no sé que es él pero es mi amigo David de Londres quien me informa “ese de ahí es el español”, ya que sabía que lo iba buscando.
“Hola, tú eres Mauri?” y así es como empezamos nuestra primera conversación de infinitas. Charlamos un rato, nos preguntamos cómo nos ha ido el día y un momento más tarde, David me dice… a ver qué trucos hace tu amigo español para llegar el 1º”. ¿El primero?...¿Mauri ha sido el primero?...yo ni lo sabía, ni tampoco él había alardeado de ello. Ya me cayó bien el chaval sin apenas conocerle.
Mauri y yo, friends forever

Un rato más tarde fui a pedir un bocadillo de tortilla al bar de la piscina y Mauri me presentó al resto de españoles voluntarios de la organización (a cual más majo).

Spanish team casi al completo (faltan los cámaras)
 
Mauri el number 1
Poco después, entrega de premios y como estábamos en Alhama, nos fuimos a cenar a la plaza del pueblo (Mauri ya, adoptao en el grupo de Namibia).

Lo de dormir ya fue otro cantar. Meterte en la tienda de campaña dentro del polideportivo que parecía un invernadero, era algo así como entrar en una sauna con abrigo térmico…¡¡¡qué calor hacía, por dios!!!.

Polideportivo de Alhama (o sauna, como queráis llamarle)
Sin más, decidimos hacer traslado de tiendas y más de la mitad de corredores, las sacamos a la calle. Y allí, oyendo gritos de gente jugando todavía al fútbol, me dormí.

El 1er día no me aparecieron ampollas ni dolores de ningún tipo…excepto una rozadura en la ingle que me escocía un mundo al andar, como si me quemaran con un cigarro. Mauri me pregunta qué me pasa y se lo cuento.

“¿Que corres con bragas?, me pregunta, pues no tienes que correr con bragas!”.

“Pero si llevo 20 años corriendo con bragas y nunca me han rozado, ¿por qué no tendría que correr con ellas?”…

“Pues por eso, porque te pueden rozar” contesta.

Hablo con Hans y me dice lo mismo “quítate las bragas y deja de quejarte”.

Les hice caso, con algo de miedo por los 48kms que tenía por delante, pero aceptando sus razones. Sin bragas y a lo loco!!

Etapa 2. Alhama de Granada-Játar. 48kms y 1640m +

Amigos de Namibia, Mauri y yo
Preparados para la 2ª salida, súper emocionados y motivados a pesar de ser la más técnica de todas.

Con la mala fama que suele tener el día 2 en los ultras, no sé qué debió pasar pero estábamos que nos salíamos de ganas de arrancar de nuevo. El alcalde de Alhama nos dio sus bendiciones y arreando en tropel para la montaña que nos fuimos.
Saludando al sol, con el alcalde

La tarde anterior Mauri me estuvo haciendo preguntas sobre lo que tomaba antes, durante y después de la carrera y vamos…que flipando le dejé por darle tan poca importancia a todo lo que ingería. A partir de ahí fue mi proveedor de aminoácidos, magnesio, paracetamol y hasta relajantes musculares para facilitar el sueño. Mi camello particular le llamé.

 Yo no sé si por todo lo que tomé o porque empecé a centrarme en hacer las cosas algo mejor durante la carrera también (la teoría la sé pero luego me voy dejando llevar por las sensaciones y paso hasta de comer), pero me encontré muy bien todo el camino. También debió influir que hubiese montaña algo más técnica que el resto y que ese sea el terreno que más me gusta.


No lo sé. El caso es que me lo pasé bomba, me venía a la cabeza la canción "cuando calienta el sol, aquí en Alhama" y eso me ponía contenta...ya ves... Pero mejor aún empecé a pasarlo cuando en el km 38 o así veo que alguien viene corriendo en sentido contrario, en una recta de montaña más larga que un día sin pan. Hacía una media hora que la batería de mi reloj se había terminado, por lo que no tenía ni idea del km por el que iba ni el tiempo. Pienso en preguntar al lugareño si sabe cuánto falta para llegar a Játar…pero dicho lugareño, resultó ser el amigo Víctor (uno de los voluntarios españoles), que venía en mi busca para acompañarme hasta el final.

Cruzando el río y refrescando los pies

Víctor, yo y Karin
  
No he visto chaval más cariñoso, más atento y más gracioso que él…a la vez que más despistao e inventivo.

Sus frases más utilizadas y por las que tuvimos muchos momentos de risas fueron… “pero si ya estás ahíiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!...que no te queda náaaaaaaaaaa” “si supieras lo que te queda de poco, fliparías!!”… “y ahora viene una cuesta de unos 500m…” (e igual era solo de 100 y te pegaba unos sustos que te morías).

No tengo suficientes palabras para agradecer todo lo que hizo por mí, lo mucho que nos mimó (a por Mauri también iba si llegaba a tiempo, que el tío iba como las balas) y lo respetuoso que fue con todo lo que yo necesitaba (si necesitaba andar, andábamos, que me veía con fuerzas para correr, corríamos). Un sol de niño. Gracias Víctor, te lo dije el último día y te lo repito ahora, te mereces todo lo mejor del mundo, eres un chaval muy especial y en tan pocos días, te has hecho querer a lo grande.

Y así, de charla con él, contándonos nuestras vidas y riéndonos de su forma peculiar de medir distancias (que alguien le regale un gps a este hombre, por favor o pídetelo pa los Reyes!!), llegué a meta 8h22 después de haber salido.

Refrescando el pescuezo
 
Post-etapa 2

El campamento del 2º día estaba situado en el nacimiento de un río precioso. Metimos las piernas en él para recuperar y nos dimos unas duchas hiper frías en las portátiles, por las que salía el agua de dicho río. Frías, pero frías frías (dos veces).

Allí empiezan nuestras primeras risas con mi primer experimento de correr sin bragas. Rozaduras cero, tenían razón…pero… ¿y el roce de la costura vertical????...ays madre, vaya semanita de rozamientos impuros con las puñeteras mallas!!! (“así llegas sonriendo a todos los avituallamientosme decían los españoles).


Fui a hacerme un masaje con Óscar y Gerardo para ver si se me pasaba un poco el dolor de patas con el que acabé  (también porque Mauri me dio envidia al contármelo y no lo pude evitar). Qué majetes estos grandes masajistas...pero qué daño me hicieron los muy mamones!! (lo normal con lo cargada que llevaba las piernas, pero no por eso voy a dejar de quejarme, no?).

Mauri otra vez en el pódium (el guay, el del gorro)

Campamento 2º día (día del hormiguero)
Tras la entrega de premios (qué contentos estábamos de que Mauri le hubiese vuelto a dar pasón al ganador del año anterior!! y es que el otro chaval, como que le fallaba algo la humildad y se pegaba unas flipadas hablando, que más le hubiese valido la pena estar callado), nos fuimos a cenar a Játar, los amigos de Namibia, Mauri y los resalaos voluntarios Víctor y Lalo.

De cena por Játar
El Mauri y sus potingues (por eso gana, claro)
Al volver al campamento, nos quedamos un rato de charla con Víctor y Lalo, hasta que algún corredor empezó a llamarnos la atención (yo no sé estos extranjeros como pueden irse a dormir tan pronto, de verdad, para mí es misión imposible!!). Lalo le había traído a Mauri una colchoneta hinchable y después de estar allí sopla que te sopla, resultó estar pinchada (ni poniéndole un compeed al pinchazo hubo manera de arreglarla), así que como dijo en su día Tejero…¡¡todos al suelo!!

Ellos se van y Mauri y yo seguimos hablando incluso estando cada uno ya en su tienda (qué pesaos!!), pero es que si yo tengo rollo…el Mauri tiene rollo y medio. Nos teníamos que pedir hasta la palabra!. Lo gracioso es que nos volvió a llamar la atención un vecino de tienda que se pasó toda la puñetera noche tirándose unos pedos ultrasónicos que ni las tracas!  (¿será que en otros países sus propios ruidos no los oyen?).

Dormí fatal. Tenía la tienda llena de hormigas y notaba su cosquilleo por todas partes (hubiese hormigas o no, que al final la cosa creo que rozó la obsesión).
Cuando me despertó Mauri a las 6 de la mañana (mi reloj no se cargaba ni patrás en los enchufes de la organización y se lo llevaba Lalo por las noches a cargar a su casa), hubiese podido asesinarle. Se libró porque quería que le ganase al Charlie…que si no… 

Etapa 3. De Játar a Jayena. 39 kms y 980m +

Lo que son las distancias y la mente. El día de esta etapa, pensar en 39kms me parecía como tener pocos kms que recorrer. Una etapa cortita pensaba y todo (tergiversaor se vuelve el cerebro cuando le interesa, la virgen!!)...

 Ese día ya empezaron las salidas escalonadas. Como me decía Hans..."primero Sylvie, después las tortugas". Esta historia por tiempos me gustaba. Era divertido ver pasar a Mauri, Hans, Megan, David y el resto, más tarde y animarles con todas mis cuerdas vocales al unísono. 

Hasta el primer CP todo bien. Al ir saludando a los que nos iban pasando, estaba súper entretenida, además de que como era un tramo largo de asfalto, pues también disfruté de correr bastante. De ese CP al siguiente, el calor era ya brutal. Una sensación de derretimiento que se hacía insoportable a ratos. No podías con tu alma!!
CP1 calor, no, lo siguiente
Se oía cantar a las chicharras tan fuerte, que incluso llegaban a molestarme en los oídos. Ellas debían estar disfrutando cosa fina con ese calorazo, las jodías…pero nosotros no veas!!...(nos dijo Eric por la tarde, que al sol se habían llegado a alcanzar 53 grados…ahí es ná!). 

Tras el último CP, donde como siempre me trataron como a una reina, veo llegar el coche de Eric. Me dice que Víctor ya viene corriendo hacia donde estoy para acompañarme hasta el final…¡¡qué alegría me da!!...

 Aparece a falta de unos 5kms para llegar a meta. Verle venir con tanta alegría y esa sonrisa tan de verdad, me lleva a abrazarle fuerte y darle dos besazos. Para variar me voy riendo con él y sus cosas… “hoy me he traído este bote con una mezcla de coca-cola y agua por si quieres beber…está un poco caliente, pero bueno”…

Víctor, tío… ¿tú crees que eso es apetecible para mí ahora mismo, tras 34kms ya en las patas?...

Víctor y yo selfiando
Durante más de 1 kilómetro, va diciéndome que a la siguiente curva, ya llegamos al cruce que lleva al campamento. No llega ni a tiros y yo lo mataría… le salva la gracia que tiene y me aguanto.

Cuando por fin aparece, ya vuelvo a correr con alegría. Nos encontramos al médico Meese por el camino que me informa de que quedan 700m. Por fin!!…tiendas de campaña, compañeros animando y felicidad descomunal de haber terminado el 3er día y con él, pasado ya el ecuador.
LLegada a la 3ª meta
 Post-etapa 3

Antes de hacer nada más, Mauri me obliga a comer pasta. Yo, medio atontada que estoy, veo que he comprado un sobre que lleva pollo, así que antes de comer, me dedico a quitar cachito a cachito hasta vaciarlo del todo. Calentamos agua y comemos. Grande este Mauri que me espera para comer!!...él que llega todos los días en la mitad de tiempo que yo!! (motivo por el que nos reíamos todos los días...si no llegaba justo en la mitad, yo le decía que tenía que espabilar que estaba siendo un matao!!).

Mis amigos de Namibia están sentados alrededor de una mesa en plan picnic. Charlo un rato con ellos, les achucho, hago fotos, después ducha y lavar algo de ropa. Más tarde, Víctor y Lalo nos llevan al río a mí y a Mauri, a meter allí las piernas, recuperar y refrescar. Qué bonitas son esas tardes de relax en los campamentos, con gente durmiendo la siesta, otros charlando, otros estirando, otros tratándose las ampollas de los pies…Se huele el compañerismo, el cariño entre la gente, todos nos vamos preguntando por la carrera del día y los dolores varios. Me encantaron todas las tardes de campamento (y eso que las disfrutaba durante muchas menos horas que el resto!!).
Mis niños de Namibia

Paella a tupperazos
Tras la entrega de premios y una paella ofrecida por la organización (riquísima además...palabra de valenciana) para no perder la costumbre volví a ser la última en acostarme (eso me decía David todos los días, que aún me veía deambular cuando todo el mundo estaba ya dormido). Lo mío con el dormir, es una relación amor-odio, que ríete tú de Pimpinela…
Mi guapa Megan, la de negro

Mi guapo Mauri, el de la camiseta de Loja

Chimpándonos la rica paella


Etapa 4. De Jayena a Alhama. 67 kms y 2031m +

Nerviosa no era la palabra. Estaba acojonadísima. Pensar que el cansancio acumulado no me permitiese llegar a tiempo a todos los CP's, no me dejó dormir tranquila.

Al tratarse de una etapa tan larga, hice caso a Mauri y desayuné pasta. Recién levantada solo me apetece dulce, así que el esfuerzo que hice por engullir esos fideos orientales disecaos, puedo asegurar que fue máximo.

Salimos 1 hora antes que los rápidos y se van notando dos cosas muy chulas a estas alturas de carrera. 1, que todo el mundo está mucho más emocionado, sintiendo que aquello ya casi está acabado y 2, que todos nos tenemos un cariño y una confianza tremendos, por lo que hablamos más, reímos más y nos animamos mucho más unos a otros.


Los Kms hasta el CP2 son espectacularmente impresionantes. Bordeamos todo un lago precioso, corriendo entre árboles enormes (con sombra, que se agradece lo que no está escrito). Me voy encontrando con Phil, con los brasileños, con los que casi todos los días han estado a mi alrededor. Voy feliz, muy loca, corriendo genial, enviando audios por whatsapp a mis amigos valencianos, riéndome sola sin parar. Como me dice mi amigo Coke por wpp, “tú te has hecho una casalla lo menos”.

Preciosidad de lago azul
Al llegar al CP2,  me animan Charo, Coby, Karin,  Meese (que siempre le da mogollón de risa que yo suelte aquello de “how far was this fucking check point!”(qué lejos estaba este jodido avituallamiento!) 
Con  Coby, Meese y Charo

Les pregunto en qué posición ha pasado Mauri, porque entre el Richard, el Charlie y el Carlos, que se le van acercando, me tienen atacada. Quiero que gane Mauri y cada día es un sinvivir de nervios hasta que termino y me entero de que sigue 1º de la general.

Unos kms más adelante, ya empieza aquello a subir y subir…con un calorazo de mil demonios y sin una sola sombra. Voy con el piloto automático de la mano, por si le da por estirarme y ayudarme a trepar aquellos caminos interminables hacia el cielo. Esos kms se hacen de un pesado que ni un elefante, una vaca y un rinoceronte, todos ellos juntos en brazos. Aprovecho para comer algo, que no me entra ni a tiros y para cantar canciones que me evadan un poco de los pensamientos negativos que veo asomar a ratos por detrás de algún almendro.

Encuentro a la brasileña Eliane por el camino. Ella ya está descalificada desde el 2º día, pero quiere hacer hoy hasta el km40. Es muy curiosa la forma de vivir de los extranjeros esta carrera. Nadie se agobia si le descalifican por tiempo. Si se encuentran bien, al día siguiente corren la siguiente etapa aunque no les cuente para el final ni vayan a ser finishers. Y es que realmente, en una ultra por etapas, las posiciones son solo cosa de los primeros…el resto, únicamente intenta terminar y si no termina, disfrutar de los días que pueda hacerlo. Por eso, cuando alguien pregunta mi posición en la clasificación, me resulta hasta gracioso, porque es importante ser el 20 o el 30?...es importante estar dentro o fuera?...Lo importante es haberlo vivido, cada uno a su manera y que eso te haga sentir feliz.  Yo puedo asegurar que en ese aspecto, he sido ganadora total (1st spanish woman del mundo mundial!!!).

Poco antes de llegar a un pueblo por el que pasamos y donde se encuentra el avituallamiento del km40, me paro a mear debajo de un árbol (buscando un poco de sombra). Como a partir de ahí venía un tramo bastante llano, olvido los bastones allí apoyados y me largo. Eso de hacer caso al míster (mi Manuel), de tener que mirar si meaba de color coñac para saber si estaba deshidratada o no, me llevaba a poner tal postureo, que me resultaba imposible mear con los bastones en la mano. Total, que tener después que volver casi 1 km a por ellos, poco más que me hizo ponerme a llorar a moco tendido. La brasileña no daba crédito al verme volver a alcanzarle un rato más tarde.

Por fin el pueblo…y nada más entrar un lugareño (qué hospitalaria, amable y bondadosa es la gente andaluza!), me grita con su mejor inglés españolizao que me hace soltar una carcajada bien grande (no de burla, es que me recordó al del chiste del taxi… “si los dos somos españoles, ¿qué hacemos hablando en inglés? Jajajajja…)…

DU YU GUON UOTER?...(tal cual)

A lo que le contesto… “no, muchas gracias, todavía llevo y estoy llegando ya al avituallamiento, pero se agradece de verdad”

Y el señor… “ozuuu…si eres española!...con lo que me cuesta hablar en inglés!”

Cuando llego al CP del km 40, se me ha acabado la batería del teléfono y también la del móvil. Ya no sé ni qué hora es ni a partir de ahí en qué km estoy.

Allí están de nuevo Coby, Meese, Charo, las niñas y también Liz (otra corredora descalificada que iba haciendo etapas sueltas, súper maja ella). Liz me deja su reloj (sin gps), para que al menos sepa si llego o no a tiempo a los CP.

Unos kms más adelante, llegamos a un río que hay que cruzar, paso de quitarme las zapas, “total, con el calorazo que hace, en 10 minutos las tengo secas”, pienso…

De ahí, al siguiente CP (km47), es todo subida. Un calor terrible y un subir continuo de esos que vas intentando partir a trozos en tu mente para que no se haga tan pesado. No llevar gps hace que los kms se conviertan en maratones. Voy muy cansada, con mucho calor, el isotónico me da repelús, los geles ni te cuento y ya he perdido el norte y no sé ni cuándo fue la última vez que me tomé el magnesio, sodio y potasio. Poco a poco e intentando no dar paso a los pensamientos negativos, llego al CP, que para estar un poco más alto, solo les hubiese faltado subirse a una nube (¡fucking CP again!).

Vuelven a animarme mogollón y eso me recarga las pilas (un poco) aparte de la camel. Veo llegar a Eric y a Anja, que me dicen que lo que viene hasta el siguiente CP es todo llano.

Yo no sé si en sus respectivos países la palabra “llano” tendrá más significados, pero para mí, lo llano es llano y lo rompepiernas, es rompepiernas…pero de toda la vida además…y aquello de llano, juro por la estampa del Carlos Jesús, tenía lo mismo que yo de alta, esbelta y rubia…osease, nada de nada…nothing of nothing…

Largo, muy largo. Me habla un señor desde un cortijo y me pregunta hasta donde llegamos en la carrera, le digo que hasta Alhama y con la cara que me pone y el “virgen santa” que suelta, tengo bastante porción de desánimo.

A lo lejos veo a 3 corredores. No logro saber quiénes son (sin gafas, imposible, que veo menos que un gato escayola), pero decido correr lo que pueda hasta alcanzarlos y así por lo menos no ir sola.

Llego a ellos justo al alcanzar el CP6 (km 57). Me pega bajón al ver que son Allison, su hermano Ian y Tracey (amigos de Namibia). Ellas están muy fuertes y todos los días han llegado mucho antes que yo, por lo que verles allí, es porque algo ha pasado. Tracey tiene mucho dolor en un pie y casi no puede caminar.

Por otro lado tengo el subidón de que también llega al CP mi encantador Víctor para acompañarme hasta el final otra vez.

Salimos los 5 juntos y más adelante, cuando la fuerza y el ánimo han vuelto a mí, le digo a Víctor que vamos a correr.

Uno de esos momentos en que amas la naturaleza (por la sombra)
Probablemente esos fueron los 10kms más largos de mi vida, pero sin Víctor, aparte de largos, habrían sido los peores. Víctor llama a mi prima Syl para informarle de que estoy bien y de lo que me falta, pues tantas horas sin móvil sabía que les tendría preocupados a todos (mi Juanito estaría atacao).

En el último km nos espera David en la bici (otro español amigo de Víctor), que me va grabando y animando lo indecible. Corro, con Víctor delante y David detrás en la bici.

Llegamos a meta, agradezco a los chicos, agradezco los aplausos y cuando me siento a quitarme las zapas, empiezo a llorar como una niña pequeña. Me abraza Anja (la médica alemana), luego me coge de las manos…y con esa dulzura que tiene en la mirada y en la voz, me dice…

“has acumulado mucha tensión, muchas emociones y ahora las sacas porque sabes que te has puesto al límite, que lo has hecho, lo has conseguido, porque esto ya es tuyo Sylvie”.

Post-etapa 4

Al acabar la etapa a las 19.30 de la tarde, poco tiempo de descanso tenía yo. Aun así, tras ducharme, Víctor me llevó en coche al restaurante donde íbamos a cenar todos juntos. Qué alegría ver allí a mi gente de Namibia y también a todos los españoles juntos en una mesa, saludarnos, darnos la enhorabuena, besarnos.
Cenamos, reímos, hablamos y aprovecho ahí para llamar a mi hermana desde el teléfono fijo del restaurante, ya que no había cobertura ni en el campamento ni en los móviles. Oírla, saber que ya la tenía durmiendo a nada de mí, que al día siguiente iba a estar en la meta esperándome, ya era casi sentir que había terminado.
Llegamos ya medio de noche al campamento, todo dios preparado para irse a dormir. Mauri y yo nos curamos las ampollas (la etapa larga dejó su seña en mis pies, de no tener ni una sola ampolla en 3 días de carrera, a tener una uña negra y ampolla en los dos pies; de los pies del Mauri, mejor ni hablo, que parecían haber sido abrazados por una apisonadora). Me preparo un poco las cosas del día siguiente, divago un rato con Mauri sobre las ventajas e inconvenientes del correr, veo de nuevo hormigas y arañas bambando al querer por mi tienda, me tomo los mil y pico potingues para dormir, despedida y cierre.

Etapa 5. De Alhama de Granada a Loja. 37kms y 1120 m +

Mauri me despierta, me da un susto de infarto. No había dormido nada del dolor de piernas que tenía…pero un dolor, como si me las estuviesen cortando a trozos (menuda nochecita!)…y justo al despertarme él, me había dormido.

Estoy aletargada y no me centro nada en lo que me he de preparar, desayunar ni poner. Cuando menos me doy cuenta, aparecen Víctor, David y Lalo por allí y nos dicen que quedan 10 minutos para la 1ª salida!! (la mía), eso de no llevar reloj, me llevaba loca!. Me pongo a mil, no me da tiempo, Mauri empieza a rellenarme la camel y las botellas para ayudarme, yo metiendo geles y de todo lo que pillo por allí, al tuntún.
Que se la piran sin mi!!
Víctor diciéndome que es hora (iba a correr conmigo los 37kms finales pero le pudo el entusiasmo y a la voz del “GO”, salió escopetao. Si es que es un sobrao!! Y lo hizo super bien!. Te veo haciéndola entera el próximo año, amigo). Corro hacia la salida…y todavía colocándome la mochila, empieza la última etapa. David corre conmigo unos primeros kms super agradables.

Mi  Tracey guapa
Llego al CP1 y me llevo un chafón enorme. Está allí Tracey (amiga de Namibia), porque finalmente tuvo que abandonar por culpa del pie. La abrazo, le recuerdo lo bien que lo ha hecho toda la semana pero me da una penita enorme…llegar hasta la última etapa y no poder terminar, es un putadón. No hay más términos posibles.
Sigo un rato largo con Liz, Françoise y Kirsty. Hablamos de otras carreras, de lo vivido en ésta y de los paisajes que hemos visto. Pasan los kms y llego a un cuestón de aquí te espero, donde aprovecho y espero yo al Mauri, que le veo subir desde lejos como un toro de miura y pasa como si se lo llevara el viento (virgen santa, qué prisas!). Tenía claro que el margen de 39 minutos que tenía frente al 2º, era demasiado como para no ganar, pero en una carrera puede pasar de todo y ese todo, es lo que te da intranquilidad.

Ahí sube el guepardo de Loja!
Voy tan animada, que todo me parece genial, fantástico, mágico y especial. Llegar al último CP, con Lalo allí, Eric, Anja, ya me da el último subidón que me faltaba (o eso creía yo). Veo a los cámaras (más majos que las pesetas siempre conmigo). Corro por un tramo largo de asfalto. Disfrutando de esos últimos kms. Y a falta de 5, llegamos a Salar. Cruzamos el pueblo, de nuevo me salen por allí los cámaras (omnipresentes les llamaba yo) y de repente, tras girar una curva… ¡¡¡MI HERMANA!!!


Sorpresa de mi hermana en Salar
Vuelvo a recordar ese momento y se me saltan las lágrimas de nuevo!!...La abrazo como si se acabara el mundo. Lloro a lo loco. En unas horas que llevaba allí esperándome de sorpresa, se ha rodeado de un grupo grande de señores mayores que me aplauden y gritan mi nombre…incluso uno me dice… “ya era hora Zirvi, que llevamo aquí esperándote toa la mañana!”

Nos hacen fotos, mi hermana me lleva a una fuente que hay al lado para que me moje la cabeza, me explica un poco cómo son esos últimos kms y nos despedimos hasta meta.

Sigo llorando cada poco rato todo el siguiente km, hasta que me tranquilizo y decido disfrutar del momento pre-gloria. Esos últimos kms son como a cámara lenta. Pasan lento, muy lento, pero la intensidad de los sentimientos y las sensaciones emotivas van a mil. Veo el cartel de Loja de la carretera. Lloro.

Me estoy meando y ya estoy en plena carretera. Falta súper poco pero sé que si me aguanto soy capaz de mearme encima al llegar a meta. Hay un corredor por delante de mí a 200m, por detrás no veo a nadie, así que allí en un lateral de la carretera me agacho. Y ñas!!!…el coche de la guardia civil!!!...joder…siempre tan oportunos, cojones!!!. Me ven y me miran de reojo. Yo me hago la despistada…a punto de acabar una ultra por etapas, ¡¡¡qué más me da que me veáis, mirones!!!

No sé lo que queda, yo corro ya con el corazón desbocao. He de respirar hondo para no sentir sensación de ahogo por los nervios, la ilusión, la felicidad que siento.

De repente subo a la calle de entrada principal a Loja y veo que vienen corriendo hacia mí, mi hermana, Mauri y Víctor. No podía haber 3 personas en todo el mundo entero con las que quisiese compartir más ese momento que con ellos.

Con mi hermana porque es mi apoyo incondicional siempre. Todo lo que hago le ilusiona también a ella y lo vive conmigo de principio a fin. Es una fan de mi locura y eso es impagable. Estar allí para vivirlo conmigo, fue lo más.

Con Víctor, porque me ha llevado en volandas durante muchos kms, me ha mimado, querido y me ha tratado como si fuese una amiga de toda la vdia. Sin conocernos de nada, ahora nos conocemos de todo.

Y con Mauri, porque sin duda ha sido el mejor compañero, amigo y confidente de todos estos días y sin él, habría sido todo muy distinto. Mauri tiene un hermano gemelo, otro campeón igual que él…y a partir de ahora, también tiene una hermana gemela (que excepto por el gen de la velocidad, no podemos parecernos más).

Llegan hasta mí. Nos besamos, abrazamos, reímos, le pregunto a Mauri si ha quedado 1º, me dice que sí, ¡¡felicidad!...seguimos hacia meta, yo atacada, voy hiperventilando. Levantamos los brazos, me aplauden, veo a tantos amigos queridos esperándome, que no puedo contener ya la entereza y empiezo a llorar, a llorar abrazando a todos, a llorar sintiendo salir todo el cansancio de mi cuerpo en cada lágrima, a llorar de tan feliz que soy, a llorar por el orgullo que siento hacia mi cuerpo, mi mente, mi persona.
Y abrazo a mi hermana, me fundo en ella. Le digo que la he echado de menos. Son instantes infinitos, que te abrasan, te tatúan el cuerpo para siempre. Las lágrimas son todas mis palabras, todo está dicho en ellas. No puedo parar de llorar y recordando ese momento, nunca podré parar de ser feliz. Gracias vida por ser conmigo tan intensa!. Gracias montañas de Granada y Al-Andalus Ultimate Trail!!!. Gracias amadas piernas mías, por hacerme sentir tan libre en cada paso que dais.












El post-carrera, tras la entrega de premios (con mi Mauri, 1º de la general y mi dulce Megan, 3ª de las chicas), la cena de gala y risas infinitas, duró hasta las 6 de la mañana. El spanish team (más Gordon, un inglés majísimo que se apuntó a la juerga como el que más), dejó el pabellón bien alto. Eso lo puedo asegurar (más o menos…hasta donde recuerdo). “Si sabes cómo me pongo pa qué me invitas!!” (banda sonora original de la noche Lojeña, que no olvidaré jamás). Qué enormes sois!!!
 







6294 palabras acabo de escribir. Las mismas podría volver a escribir con todos mis agradecimientos. Es tanta gente, tantos amigos (mis meninos-valencianos, los ukelele-gallegos, ambcor-sister, solstici-psicocorporal, los sableros, mi incondicional Josero, la family krisma), familia (mi Juanito, mis padres, sobri, primas), compis (JR, Leti, Vic)… Todos y cada uno de los componentes de la organización (Eric, Michelle, Paul, Anja, Meese) , todos y cada uno de los corredores que compartieron este sueño conmigo, todos los que me escribieron, me animaron y siguieron, mi querido Manuel (míster), que sabe cuánto le quiero y admiro, mi pequeño tesoro Luna, que es lo más maravilloso que tengo y que el día que se venga a una de éstas conmigo, se parará el mundo, mis amigos de Namibia, que ha sido un regalo volver a ver porque les quiero con el alma, a mi campeón Mauri, por hacerme reír a la gana, cuidarme tanto y tan bien y enseñarme tantas cosas en tan pocos días (I love you Lojeño), a Víctor y Lalo por cada minuto de apoyo y cariño y vuestra enorme disponibilidad (sois un amor, chicos), al resto del spanish team, por haberlo vivido y disfrutado conmigo y ser a partir de ahora y para siempre, unos grandes amigos… y como no, a mi hermana, que me ha llevado de la mano, protegido y apoyado, toda la vida, desde pequeñas, siempre  (you are the best, my sister and I will always love you).