miércoles, 24 de diciembre de 2014

De la fascitis y otras perlas...

Mi cachorrita jugando con el nuevo cachorrito de mi hermana (Albert).
No viene a cuento esta foto con el tema, pero para felicitar la Navidad, nada mejor que la sonrisita de mi Lunita bella. 

No estaba jugando al escondite y me perdí…no
Tampoco es que me hubiesen amordazado e impedido volver a escribir…tampoco
Y menos aún que tuviese poco que contar…eso ya sería algo hasta anormal con lo que yo hablo!...

Es simplemente que me di un descanso correril, largo. Mucho más largo de lo que en principio me había planteado. Largo de cojones. Más largo que una ultra con pies llenos de ampollas (remembering en modo ON; es lo que tiene volver a entrar aquí y revivir Namibia).
Acabé dicha aventura a finales de Julio y debido a que la molestia en mi fascia se había instalado en plan okupa, decidí que debía parar.

La fascitis me plantó cara un 15 de Febrero de 2014. Tras una tirada larga por montaña, volví a casa cojeando. Fue un regalo de desenamorados creo yo (cosa que tampoco me extraña, imagino que tras tantos años dándole con ganas, en algún momento tenía que decir basta).
 A 5 meses de la ultra en Namibia, como que no era momento de parar, así que me dediqué a rodar por fisios, traumas, fisios, rolfer, fisios, masajistas, fisios…pero sin parar de entrenar.
Y aunque mejoré mucho, del todo no me curé.

Corrí Namibia con fascitis (no se lo quería perder, claro). Lo soporté bien gracias a los montones de ejercicios que había aprendido durante ese largo periodo de tiempo de lesión, a mi hermana y sus mimos, al hielo tras cada etapa y a una pelota de golf milagrosa (a la cual le cogí mucho más cariño que a las bolas chinas).

Y hoy, a punto de acabar el mes de Diciembre y el año 2014, puedo decir y digo…que ya soy 
ex-fascitica!!! También puedo asegurar y aseguro, que si hubiese unos estudios dedicados únicamente a la fascitis, yo tendría un máster de los caros, una tesis que ríete tú de la peli de Amenábar y sería ya cum laude o más.

Me había propuesto parar Agosto y Septiembre, por lo que disfruté de unas vacaciones de verano de esas escandalosamente vagas, sin pegar ni un salto (bueno, bailar bailé lo mío y lo de la Sara Baras).
El problema vino cuando volví a la rutina laboral, que sin hacer nada de deporte, no me aguantaba ni yo…

Así que como todavía no quería correr, me apunté al gimnasio…a hacer pesas, elíptica, bicicleta y clases grupales varias (cardiojump, cardiotonic, cardiopump, cardiobox…a todos los cardios que hubiese, no se me fuera a parar el corazón de aburrimiento) y empecé a pasármelo en grande. Qué manera de sudar, de reír y de conocer gente maja…
Cuánto tiempo sin vivir el deporte compartido!!

Septiembre terminó y llegó el día de la prueba del algodón. Pero ya lo decía el anuncio…el algodón no engaña y el volver a trotar, tampoco. A mí no me dolía absolutamente nada, pero fue correr y la fascia saludarme desde allá abajo con la manita de nuevo… “sí, sigo estando aquí, es que me encanta que me cuides…a mí y a tus pies”. Mi gozo en un pozo...

Mientras tanto, pasaron otras cosas…
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      * Los compis de Namibia empiezan a querer quedar en algún otro sitio para volver a vernos en el 2015 y no se les ocurre otra que optar por venir a España. No me lo pienso ni medio segundo (lo hago todo igual) y me inscribo con ellos a la ultra del Al-Andalus (carrera de la que no conocía ni el nombre!).
Granada, Julio 2015, un calorazo que será para chuparse los dedos del sudor y 230kms en 5 días. 
Si hay que ir a verles, se va…con todas las de la ley…

·        *  Mi buen amigo y ex entrenador Manuel (Grey para los amigos de CP) vuelve a mi vida runnera después de 7 años sin entrenarme y yo soy la mujer más feliz de la faz de la tierra. Mira que he pasado por entrenadores a lo largo de estos años y mira que con todos he estado a gusto y he entrenado feliz…pero mi Manuel, es otra historia...
Con él aprendo cada día, sabe cómo conseguir lo mejor de mí, cómo tratarme para que haga lo que espera en cada entrenamiento, cómo motivarme, cuidarme y explicarme el porqué de las sesiones que me desagradan.
Es, sin dudarlo medio segundo, la persona más inteligente que he conocido en mi vida, una enciclopedia con patas… y eso se nota, en cada escrito, en cada plan o en cada pregunta que me hace.
Me encanta Manuel. Soy fan, muy fan. Y como diría el Julito Iglesias… “y tú lo sabes”

En Octubre, Manuel y yo vamos tanteando con mi pie, anotando miles de datos en una tabla que me prepara y denomina “el molestiómetro”. Corro y el pie en plan pimiento del padrón, unos días me molesta y otros no. Me empiezo a poner nerviosa y
decido dar oportunidad a un fisio con clínica nueva cerca de mi casa. Voy, me hace un daño de tres pares de cojones (por decir una frase hecha, que igual fueron 15 pares) y al acabar me dice que al día siguiente salga a correr.

No quiero ir…le digo.
¿Por qué?...me dice.
Porqué tengo miedo de que me duela…le digo.
El miedo no cura…me dice.

Pues también es verdad.

Salgo, acojonada…y al acabar y tocarme donde siempre me molestaba…¡¡¡no noto nada!!!
Era el 12 de Noviembre, me acuerdo porque casualmente, era el cumple de Manuel y desde ahí hasta hoy…entrenamientos, difrute y molestias en modo OFF!!!...
I am the happiest flower power in the world!!

Qué bien se está cuando todo está bien!... Qué poco valoramos la vida, la salud, a las personas, todo lo que tenemos, cuando simplemente “no pasa nada”, cuando los males están calladitos en silencio o cuando sabemos que los que nos quieren están siempre ahí.

Nunca hay que dar nada por hecho. Es importante saber agradecer cada minuto de vida, cada amanecer y cada sonrisa. Yo lo hago... y por eso siento que la lotería me toca cada día (económicamente, ayer no me tocó ni un chavo...aunque jugando tan poco, complicado era).

Feliz Navidad, final de año y maravilloso 2015 para todos.

Y amor, mucho amor, del incondicional y verdadero, que ese sirve para curar cualquiera pena.